jueves, 1 de julio de 2010

La dimensión emocional de la marca personal.

El contexto, los profesionales y los empleadores están cambiando muy rápidamente pero ello no significa que debamos olvidar que el entorno profesional siempre ha estado basado y sigue basado en relaciones. Los humanos somos seres emocionales y las emociones impactan directamente en nuestros hábitos y conductas.

El entorno actual

El nivel imparable de penetración de internet en España que estamos viviendo ha posibilitado que hayamos entrado en la que ya muchos denominan la “Era de la Colaboración” y en ella, el personal branding genera nuevas posibilidades que vienen a sumar a las ya tradicionales.

Las redes profesionales están revolucionando la manera cómo las empresas y los profesionales se relacionan e interconectan, internet ha transformado la forma de identificar candidatos. Además, nuevas herramientas han aparecido para realizar las nuevas búsquedas – Google Recruiting, Networking Services, Social Network, Twitter, Tuenti, etc. - y nuevas oportunidades profesionales surgen en el mundo.

La dimensión emocional de la marca personal

La construcción de la marca personal debe basarse en los atributos, valores, mensaje, personalidad y estilo que atraigan, impacten, identifiquen y reflejen lo que somos y queremos ser y para ello, es necesario desarrollar todas las dimensiones emocionales de nuestra identidad y además debe estar preparada para tener éxito en este nuevo entorno 2.0

La marca personal está hecha para relacionarse. El origen y el fin de la marca personal son precisamente las emociones y sentimientos que genera, mediante la atracción y enganche emocional. Definiendo las emociones sobre las que construyes tu marca personal defines cuáles serán los drivers que influirán y generarán conductas, construyendo implicación y actitudes favorables hacia ti. Descubrir, identificar o construir emociones requiere experiencia, habilidades, investigación y un ejercicio de honestidad, realismo y corrección en tono, fondo y forma; en caso contrario puede ser contraproducente, te recomiendo trabajarlo junto con un profesional.


Varios de mis coachees trabajan actualmente en sus posibilidades para reinventarse como profesionales cultivando e incrementando la dimensión emocional de su marca personal. Para ello y entre otras cuestiones, también es imprescindible manejar y desarrollar habilidades de inteligencia emocional, que constituyen la base de su propia identidad, así como las herramientas de marketing online para gestionarla con éxito en este nuevo entorno.

El término de inteligencia emocional fue popularizado por Daniel Goleman en su célebre libro Emotional Intelligence, publicado en 1995. Goleman define la inteligencia emocional como la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Se estima que la inteligencia emocional puede organizarse en cinco capacidades:

   1. Conocer emociones y sentimientos propios.
   2. Manejarlos.
   3. Reconocerlos.
   4. Ser fuente de motivación.
   5. Gestionar las relaciones.

La marca personal es humana y las personas somos un 90% de emociones, sentimientos y voluntades; y sólo un 10% de racionalidad y lógica. La inteligencia emocional es determinante en nuestras vidas y, por supuesto, en la carrera profesional. Tomar conciencia de ello significa dar un paso adelante en nuestra propia evolución y en nuestro crecimiento personal y profesional.

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